4.9.11

Primer día en Dakar.

4 horas.

4 horas de retraso tuvo el avión con destino a Dakar. El vuelo IB 6970.
2 cambios de avión, 3 deportados, 3 policías de paisano hacen un total de 8. El 8 que representa la duración total del viaje. 4h de espera más 4h de vuelo.

Así empezó todo.

De momento, el aeropuerto de Dakar ha sido el aeropuerto que más me ha sorprendido, parece como si a la gente allí le crecieran alas y quisieran saltarte por encima del hombro o de la cabeza. Podría decir que no existen colas. El tumulto de gente intentando servirte de algo es impresionante. Porteadores de maletas, facilitadores de carros, venta de tarjetas de móviles, venta de crédito, taxistas, los que ayudan al taxista, familiares ansiosos por recibir a los que llegan...los que llegan...
Salí del aeropuerto sudando a chorros, empujando un carro que luchaba por salir el primero como todos los demás.

Ayer,
fue mi primer día, bajé de la habitación y en una mezcla de francés y wolof, pedí el desayuno. Después, salí a pasear por los alrededores del hotel, el calor de aquí te engaña, no parece intenso pero después de unos pasos te baña en sudor la frente y la espalda. Dakar se parece a otras ciudades africanas, mercados, coches, gente, mucha gente... aunque se intuye que tiene algo más, hay algo especial.

Acabé,
el día en el estadio nacional viendo el partido clasificatorio de la Copa África que se disputaban los equipos de Senegal y Congo. Ganó Senegal por 2-0 lo que confirma que el equipo nacional participará en el campeonato. Cenamos en un bar "Le Ndé", un patio agradable con comida a la brasa, música de salsa y ritmo africano.
Llegué agotada al hotel.

Ahora,
estoy en la cama del St. Louis Sun Hotel.

Alguien ha dejado abierta su contraseña a internet, gracias, pues así me estoy conectando.
El hotel está situado en pleno centro de Dakar, en Plateau, junto a la mezquita que cada día sobre las 5 a.m llama a la oración y me desvela. Durante el día sigue llamando al rezo, aunque a otras horas, no es tan puñetero.
Hay un patio central pintado de color rojizo, con pinturas africanas firmadas por "papis", hay varias palmeras que dan sombra al patio y forman lo que aquí llaman "el oasis del St. Louis Sun".
Mi habitación es espaciosa, dos camas de noventa, un armario de dos puertas pintado en amarillo. Hay un baño, y un balcón, tengo un pequeño escritorio frente a las camas, aire acondicionado y una lamparita en la mesilla de noche.

¡Qué suerte tengo!

Espero empezar a montar la exposición mañana. Aún no han llegado las cajas.